El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la inflación de enero de 2024 alcanzó un alarmante 20,6%, con un fuerte impacto en los precios de los bienes y servicios, que aumentaron un 44,4%. El transporte no se quedó atrás, registrando un incremento del 26,6%, mientras que los alimentos y bebidas subieron un 20,4%. Estos incrementos han golpeado directamente el bolsillo de los argentinos.
La suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) en enero ha sido impulsada principalmente por el aumento en los precios de bienes y servicios, transporte, alimentos y bebidas. En el último año, la suba acumulada de precios ha alcanzado un astronómico 254,2%, generando incertidumbre en la economía del país. Las proyecciones para febrero no son alentadoras, con una expectativa de inflación del 18%.
Aumento de alimentos y crecimiento de pobreza
La Canasta Básica Alimentaria experimentó un incremento del 18,6% en enero, mientras que la Canasta Básica Total subió un 20,4%, lo que agrava la situación de vulnerabilidad económica de gran parte de la población.
Según estimaciones de organizaciones sociales, la indigencia afectaba al 11,5% de los argentinos en el tercer trimestre de 2023. Y se prevé que la pobreza alcance niveles de entre el 56% y el 62% en el primer trimestre de este año.
Ante este escenario económico desafiante, se hace imperativo que las autoridades tomen medidas concretas para contener la inflación y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos. La alta inflación impacta de manera significativa en el día a día de las familias argentinas, dificultando el acceso a bienes básicos y profundizando la crisis económica que atraviesa el país.