La plataforma Airbnb ha tenido un impacto significativo en el mercado de alquileres en grandes ciudades de todo el mundo. A medida que más personas optan por alquilar sus propias propiedades en Airbnb, la oferta de alquileres a corto plazo ha aumentado, lo que redujo la oferta de alquileres tradicionales a largo plazo.
En general, se ha observado que el aumento en la oferta de alquileres a corto plazo ha llevado a un aumento en los precios de alquiler a largo plazo, especialmente en áreas urbanas populares y turísticas. Los propietarios pueden obtener más ingresos alquilando sus propiedades a turistas a corto plazo que a inquilinos a largo plazo, en alquileres tradicionales.
También se ha observado que el aumento en la oferta de alquileres a corto plazo ha tenido un efecto negativo en la calidad de vida en algunos vecindarios urbanos. Porque las zonas pueden convertirse en lugares donde predominan los turistas, lo que puede afectar negativamente el sentido de comunidad.
Además, algunos críticos han argumentado que Airbnb ha contribuido a la gentrificación y el aumento de los precios de la vivienda en algunas áreas urbanas. Algunos propietarios pueden estar más dispuestos a invertir en propiedades para alquilar a corto plazo en lugar de ofrecer alquileres a largo plazo accesibles, lo que puede llevar a un aumento en los precios de la vivienda y una mayor gentrificación.
Algunos datos sobre Nueva York y Barcelona
Según un estudio del grupo de expertos independientes Inside Airbnb, en 2019, el 25% de todas las unidades de Airbnb en la ciudad de Nueva York eran unidades completas, es decir, propiedades enteras que se alquilan a corto plazo, y no habitaciones compartidas. Esto equivale a más de 13,000 unidades de alojamiento completo en la ciudad, lo que representa una reducción del 8% en la oferta de alquileres a largo plazo en la ciudad.
Un estudio de la Universidad de Harvard y la Universidad de California en Los Ángeles encontró que en Los Ángeles, cada 1% de aumento en las unidades de Airbnb se asocia con un aumento del 0,018% en los precios de alquiler a largo plazo, lo que representa un aumento promedio del 0,64% en los precios de alquiler en toda la ciudad.
Un estudio de la Asociación de Vecinos de Barcelona encontró que en los barrios más turísticos de la ciudad, como el Barrio Gótico y el Raval, el número de viviendas turísticas aumentó un 30% entre 2015 y 2017, lo que resultó en una disminución del 4,4% en la oferta de alquileres a largo plazo en los mismos barrios.
Airbnb en CABA
En la ciudad de Buenos Aires también se observa un impacto en ascenso de Airbnb en el mercado de alquileres. Según un estudio de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en 2019, en la Ciudad de Buenos Aires había alrededor de 20.000 alojamientos disponibles en Airbnb, lo que representaba el 1,6% de todas las unidades habitacionales de la ciudad.
El mismo estudio encontró que en algunos barrios turísticos de la ciudad, como Palermo y Recoleta, el porcentaje de unidades de Airbnb era significativamente mayor, llegando a representar hasta el 8,9% de todas las unidades habitacionales en algunas zonas.
En 2018, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó una ley que regula el alquiler de viviendas temporarias, como los ofrecidos en Airbnb. La ley establece límites en cuanto a la cantidad de días al año que una propiedad puede ser alquilada, y exige que los propietarios de las propiedades estén registrados y paguen impuestos correspondientes. Sin embargo las acciones de control son escasas.
