El sector de electrodomésticos en Argentina ha experimentado un duro golpe durante el primer trimestre de 2024, con una caída en las ventas del 45,3% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta disminución significativa se atribuye principalmente a dos factores: la persistente inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, que han llevado a muchos hogares a posponer o cancelar la compra de artículos considerados no esenciales.
Los productos más afectados por esta tendencia a la baja han sido los televisores y los equipos de aire acondicionado, que tradicionalmente son considerados artículos de mayor valor y, por lo tanto, más sensibles a los cambios en la economía.
Sin embargo, la caída en las ventas no se ha limitado a estos productos; otros electrodomésticos de uso cotidiano como heladeras y cocinas también han mostrado disminuciones notables en sus ventas, lo que indica la profundidad de la crisis en el sector.
Un factor adicional que ha contribuido a esta situación es la restricción en las opciones de financiamiento.
Las tarjetas de crédito, que solían ser una herramienta popular para la adquisición de electrodomésticos, han endurecido sus condiciones, y los planes de cuotas sin interés, antes abundantes, se han vuelto escasos. Esta limitación en las facilidades de pago ha reducido aún más la capacidad de los consumidores para realizar compras de alto valor.
Perspectivas inciertas
El comercio electrónico, que en años anteriores había sido un canal de crecimiento para el sector, tampoco ha escapado a esta tendencia negativa. Las ventas online de electrodomésticos han experimentado una baja significativa, reflejando la cautela de los consumidores incluso en las plataformas digitales. Además, el sector se enfrenta a una competencia cada vez más intensa por parte de productos importados, lo que añade presión adicional a los fabricantes y distribuidores locales.
Frente a este panorama desalentador, las empresas del sector han intentado estimular las ventas mediante promociones y descuentos agresivos. Sin embargo, estas estrategias no han logrado revertir la tendencia a la baja, lo que sugiere que la caída en las ventas está más relacionada con factores económicos estructurales que con la falta de ofertas atractivas.
Las perspectivas para el segundo trimestre de 2024 permanecen inciertas. Mientras el sector busca formas de adaptarse a esta nueva realidad económica, muchos analistas consideran que la recuperación dependerá en gran medida de la evolución de la inflación y de las políticas económicas que se implementen para estimular el consumo. Por ahora, el mercado de electrodomésticos se suma a la lista de sectores que reflejan las dificultades económicas que enfrenta el país.