Llegan menos turistas extranjeros y más argentinos viajan a comprar a países limítrofes

La llegada de turistas extranjeros a Argentina sufrió una fuerte caída en septiembre, con una disminución del 27.3% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Una cifra que preocupa al sector turístico, en el marco del actual escenario económico recesivo.

Entre los países de origen de los turistas, Brasil lideró el flujo de visitantes con un 24.9% del total, seguido de Uruguay con un 24.2% y Chile con un 15.8%. Estas cifras reflejan la tradicional influencia de los países limítrofes en el turismo receptivo argentino.

El transporte aéreo fue el medio de ingreso más utilizado por los turistas, con un 43.7% de las llegadas, seguido por el transporte terrestre, que representó el 43%. Las llegadas por vía fluvial, en tanto, alcanzaron el 13.3%. La combinación de medios de transporte también se ha visto afectada por el contexto económico, ya que el aumento en los precios internos impacta en la disposición de los viajeros a incurrir en gastos adicionales.

La situación económica argentina, en especial el contexto cambiario del dólar, ha elevado los costos para los turistas extranjeros, quienes ahora encuentran menos atractivo visitar el país debido al encarecimiento de servicios y productos. Esto ha generado una disminución en el ingreso de divisas provenientes del turismo, un recurso vital para la economía nacional en tiempos de dificultades.

Viajar para comprar

Mientras tanto, se ha observado un aumento en el número de argentinos que optan por viajar al exterior, especialmente a países vecinos, para realizar compras aprovechando el tipo de cambio favorable. Estos viajes de compra se han convertido en una tendencia cada vez más visible, impulsada por la diferencia de precios entre Argentina y sus países vecinos, donde ciertos productos pueden encontrarse a valores más competitivos.

El impacto de esta dinámica genera efectos duales: por un lado encarece el turismo en Argentina y reduce la llegada de visitantes; por otro, incentiva a los argentinos a gastar en el extranjero, provocando una salida de divisas que contrasta con la caída en el ingreso turístico. La situación representa un desafío para el sector turístico y la economía en general, que deberá buscar estrategias para revertir esta tendencia.

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