Recesión y despidos: ¿cuáles son los sectores más afectados?

La economía argentina atraviesa un período turbulento marcado por una significativa pérdida de empleos y el cierre de numerosas empresas. Según un reciente informe del Centro de Economía Política (CEPA), entre noviembre de 2023 y abril de 2024, el país experimentó una alarmante disminución de 170.695 empleos registrados, evidenciando una crisis laboral que afecta a diversos sectores de la economía.

El panorama empresarial no es más alentador. Durante el mismo período, Argentina vio desaparecer 7.860 empresas, lo que representa un duro golpe para el tejido productivo del país. Este dato no solo refleja la difícil situación económica, sino que también augura un impacto a largo plazo en la capacidad de generación de empleo y recuperación económica.

Un análisis más detallado revela que las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) han sido las más golpeadas por esta crisis. Estas representan el 99.5% de las empresas que cerraron sus puertas, lo que subraya la vulnerabilidad de este sector frente a las turbulencias económicas. La desaparición de tantas PYMEs no solo afecta a los empleados directos, sino que también tiene un efecto dominó en las economías locales y en las cadenas de suministro.

Grandes empresas y despidos

Paradójicamente, aunque las grandes empresas representan una menor proporción de los cierres, son responsables de la mayor parte de los despidos. El informe indica que el 74% de la pérdida de empleo, equivalente a 126.244 trabajadores, ocurrió en empresas con más de 500 empleados. Estas compañías redujeron su personal en un 2.64%, una cifra significativamente mayor que el 0.88% de reducción observado en empresas de hasta 500 empleados.

Esta disparidad en los porcentajes de reducción de personal entre grandes empresas y PYMEs sugiere que los diferentes sectores de la economía están respondiendo de manera distinta a la crisis. Mientras que las grandes corporaciones parecen estar optando por recortes masivos de personal para mantener su viabilidad, las empresas más pequeñas están luchando por sobrevivir, a menudo cerrando completamente antes que realizar despidos a gran escala.

Frente a esta situación crítica, el CEPA hace un llamado urgente a la implementación de políticas laborales más efectivas y sostenibles. La magnitud de la pérdida de empleos y el cierre de empresas requiere una respuesta integral que no solo busque frenar la hemorragia de puestos de trabajo, sino que también cree condiciones para la recuperación y el crecimiento económico. Sin medidas concretas y bien dirigidas, existe el riesgo de que esta tendencia negativa se profundice, afectando aún más el tejido económico y social de Argentina.

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