La reforma laboral que impone la Ley Bases genera inquietud debido a los recortes de derechos que implicará para los trabajadores. Entre las medidas más polémicas, se encuentra la posibilidad de despedir a los empleados por bloqueos o tomas de empresas, lo que limitaría la capacidad de los trabajadores para ejercer su derecho a la protesta y la defensa de sus derechos laborales.
Además, la introducción de la figura de «colaborador» para contratos sin relación de dependencia ha generado inquietud, ya que podría dar lugar a una mayor precarización laboral y a la pérdida de beneficios y protecciones que brinda el empleo formal. En este punto se pasó de cinco a tres trabajadores, la cantidad de «colaboradores» que pueden estar en la mencionada condición.
Otro aspecto preocupante de la Ley Bases es la extensión del período de prueba a seis meses, con la posibilidad de ampliarlo a un año. Esto implica un mayor tiempo en el que los trabajadores estarían sujetos a condiciones más precarias y con menor estabilidad laboral.
Por más debate
La propuesta también plantea la opción de reemplazar las indemnizaciones por un fondo de cese laboral, lo que podría significar una reducción en las compensaciones que los trabajadores recibirían al finalizar su relación laboral.
Adicionalmente, la eliminación de sanciones a los empleadores que no registraron a sus empleados es una medida preocupante, ya que podría alentar la informalidad laboral y debilitar la protección de los derechos de los trabajadores.
La Ley Bases también promueve la tercerización laboral en diversos sectores, lo que podría llevar a la precarización de las condiciones de trabajo y la fragmentación de los derechos laborales.
Estas propuestas han generado una intensa controversia debido a su potencial impacto negativo en los derechos laborales. Diversos sectores de la sociedad han expresado su rechazo y han instado a un debate amplio y transparente sobre las implicancias de esta reforma en los derechos y condiciones de trabajo de los empleados.