La situación económica en Argentina sigue mostrando señales preocupantes, y el consumo no es la excepción. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en marzo de 2024 se registró una notable disminución en las ventas de distintos sectores comerciales. A continuación, se detallan tres indicadores que reflejan esta caída.
En primer lugar, las ventas en supermercados experimentaron una disminución del 9,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este descenso es significativo, ya que los supermercados son un termómetro clave del consumo diario de los hogares argentinos. La caída en las ventas puede atribuirse a la inflación persistente y a la reducción del poder adquisitivo de la población, que se ve obligada a ajustar su presupuesto en alimentos y productos básicos.
Mayorista y minorista
Por otro lado, el sector mayorista también mostró un retroceso importante, con una baja del 10,7% en sus ventas en marzo. Este dato es particularmente alarmante, ya que los mayoristas abastecen a una gran cantidad de comercios minoristas y su desempeño suele anticipar las tendencias del consumo masivo. La disminución en este sector sugiere que la contracción del consumo es amplia y afecta a diferentes niveles de la cadena de distribución.
Finalmente, los centros comerciales o shoppings, que suelen ser un reflejo del consumo más discrecional y del gasto en productos no esenciales, reportaron una caída del 11,3%. Este dato no solo evidencia la retracción del consumo en productos de lujo o de entretenimiento, sino que también indica una menor afluencia de personas a estos establecimientos, probablemente debido a la combinación de factores económicos y sociales, como el desempleo y la incertidumbre económica.
Estos tres datos proporcionan una imagen clara de la contracción del consumo en Argentina. La caída en las ventas de supermercados, mayoristas y shoppings no solo refleja los desafíos económicos que enfrenta el país, sino que también subraya la necesidad urgente de medidas que puedan reactivar la economía y mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos. Sin dudas, la situación requiere una atención inmediata por parte de las autoridades para revertir esta tendencia negativa y fomentar la recuperación económica.