Según detalló en un informe el CESO (Centro de Estudios Scalabrini Ortíz) la fuerte aceleración inflacionaria provocada por la devaluación genera dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario actual en un horizonte de dos o tres meses. Además, los recientes aumentos de precios pondrán en marcha los mecanismos inerciales de la inflación, especialmente en el caso de los salarios, que no experimentaron cambios después del shock económico.
Agrega que el anhelado equilibrio fiscal no se logrará únicamente mediante recortes en el gasto político y la reducción de la obra pública, sino también a través de la implementación de más impuestos. El cumplimiento de este equilibrio y la aplicación de muchas medidas están sujetos a lo que suceda con el DNU publicado el 20 de diciembre y el proyecto de Ley Ómnibus.
Devaluación y efectos
CESO explicó que en diciembre, el nuevo gobierno implementó una mega devaluación del 118% como medida de política económica. A diferencia de la devaluación posterior a las PASO, en esta oportunidad se observó una baja significativa en la brecha cambiaria. Esta calma en los dólares paralelos puede explicarse por los controles cambiarios vigentes, el desdoblamiento parcial para la liquidación de exportaciones, la pausa en el proyecto de dolarización y una mayor demanda de pesos debido a cuestiones estacionales.
El Centro dijo que la estrategia oficial parece estar enfocada en cerrar alternativas para licuar los pesos sobrantes en la economía. Sin embargo, existe incertidumbre sobre si la dolarización ha sido descartada por completo, ya que se observa una marcada intención de acelerar el proceso inflacionario tanto en el discurso como en medidas concretas.
