En el último año, más de 500 empresas chinas han establecido operaciones en Tijuana, una ciudad fronteriza de México con Estados Unidos. Este fenómeno se debe principalmente al nearshoring, una estrategia que busca acercar la producción al mercado de consumo. Esta tendencia ha llevado a un incremento significativo en la presencia de industrias chinas en la región, atraídas por la proximidad a uno de los mercados más grandes del mundo y por la posibilidad de reducir costos logísticos y tiempos de entrega.
No obstante, el rápido crecimiento industrial en Tijuana está enfrentando serios desafíos. La ciudad se está quedando sin espacio industrial adecuado para albergar a estas nuevas empresas. Además, las compañías chinas se encuentran con problemas como la falta de mano de obra calificada, que dificulta la operación eficiente de sus plantas. La burocracia y los problemas de infraestructura también representan obstáculos significativos para estas empresas, limitando su capacidad para expandirse y operar de manera óptima.
A estos retos se suma una nueva complicación: la reciente imposición de aranceles por parte del gobierno mexicano. Una ley promulgada recientemente impone tarifas que oscilan entre el 5% y el 50% a los países que no tienen acuerdos comerciales con México, como China e India. Este cambio ha generado preocupación entre las empresas chinas, que ahora deben enfrentar costos adicionales que podrían afectar su competitividad y viabilidad en la región.
Dificultades a resolver
A pesar del notable aumento de la inversión extranjera directa en Tijuana, el esperado boom del nearshoring no se ha materializado de la manera en que muchos anticipaban. Las expectativas de un crecimiento desmedido y sostenido se han visto moderadas por las realidades del mercado y los desafíos logísticos y regulatorios. Esto ha llevado a una situación en la que, si bien hay un incremento en la actividad industrial, las dificultades inherentes han frenado el desarrollo completo del potencial nearshoring en la ciudad.
Entonces aunque Tijuana ha visto un aumento considerable de industrias chinas debido al nearshoring, la falta de espacio industrial, la escasez de mano de obra calificada, la burocracia y los recientes aranceles han planteado desafíos significativos. Estas dificultades han impedido que el boom del nearshoring se desarrolle plenamente, obligando a las empresas a replantear sus estrategias y adaptarse a un entorno más complejo de lo esperado.
¿Cómo se encuentra la Argentina de cara al nearshoring que avanza en el mundo? Es la pregunta a responder.